por María José Villalba
En cual
quier aspecto de la naturaleza y en cualquier forma de nuestro organismo todo tiene su opuesto. El tema de las polaridades ha constituido la base de la mayoría de las teorías religiosas, filosóficas y psicológicas: Amor y Miedo, Creación y Muerte, Eros y Tánatos, Luz y Oscuridad; Bien y Mal, Ying y Yang, Femenino y Masculino…
La naturaleza polar no es en sí incompatible, al contrario necesita de su integración. Somos nosotros a través de nuestro juicio los que hacemos adecuada o no una de las partes de esa polaridad. SÍ… es nuestro juicio, nuestra mente, nuestras creencias las que desmenuzan continuamente la realidad en dos partes y las que nos obligan a decidir sobre la bondad de una de ellas eligiéndola o la maldad de la contraria rechazándola.
Con esta idea de integración de la naturaleza dual, partimos de la premisa de que femenino y masculino en su sentido más profundo son uno, por lo que solo seremos seres maduros cuando después de haber vivido nuestra separación en el género, consigamos integrar nuestra parte de mujer (Valores femeninos) con nuestra parte de hombre (Valores masculinos) y consigamos
ser seres completos y únicos.
Este es nuestro objetivo dar a conocer la parte que corresponde a la polaridad femenina, poner en Valor esa parte femenina que hay en todas las personas, visibilizar su mundo, su sentir, su proyección, su materialización, sus retos, sus éxitos y conquistas, pero siempre sin perder de vista la perspectiva de la Unidad.
En este marco de unidad para ser completos, nos marcamos un doble objetivo :
- Una orientada a la mujer como persona en concreto, considerando que la responsabilidad única de su Bienestar Físico y Psíquico viene dado exclusivamente por ella y por su actitud ante la vida. Para que la mujer recupere su Valor pleno, tiene que empezar a dejar de cederlo a los otros: padres, hijos, pareja… cultivar actitudes y valores como la Responsabilidad de su propia Vida, la Disciplina, la Valentía, la Autoestima y la Auto-referencia y Determinación. (Valores considerados como la parte masculina de la persona en su orientación sana)
- Otra orientada a la Sociedad, donde actualmente y desde un punto de vista muy personal se están gestando cambios y transformaciones en sus diferentes ámbitos: educación, pareja, economía, política y formas de vida, que están reclamando poner en alza la otra parte, esos valores femeninos sanos como son la interiorización, la paciencia, la aceptación, auto-compasión y la tolerancia.
La Ley Universal de los Opuestos, en este caso Femenino/Masculino consiste en que la existencia de uno exige necesariamente la existencia del otro.
