Sevilla ha entregado este martes las distinciones honoríficas de la ciudad para personas y entidades cuya labor resulte digna de descatar con motivo del día de San Fernando, patrón de la capital andaluza. Este año se han nombrado un hijo predilecto y dos hijos adoptivos, al tiempo que se han entregado 19 medallas de la ciudad, una de ellas a título póstumo. El número de distinciones (22) es el mayor de toda la historia de este acto, que se celebra bajo este formato de concesiones anuales en grupo desde 2005, algo que se ha dejado notar en la extensión del mismo.

Desde este mediodía, por tanto, es hija predilecta de Sevilla la bailaora, coreógrafa y actriz Cristina Hoyos, un referente en el mundo del flamenco, donde comenzó con la compañía de Antonio Gades. Es directora del Ballet Flamenco de Andalucía desde 2004. Además, han sido nombrados nombrados hijos predilectos de la ciudad el tenor madrileño Plácido Domingo, figura de talla mundial, y el científico Manuel Losada Villasante, nacido en Carmona. Ninguno de los dos ha podido estar en la ceremonia del Lope de Vega, el primero por compromisos profesionales y el segundo por motivos de salud.

Se han entregado también las medallas de oro para premiar la trayectoria en el fomento de los valores humanos y su labor social en beneficio de la comunidad y los colectivos más necesitados. En esta extensa lista han estado por su labor social Amalia Gómez; Consuelo Flecha; ACCEM; y la hermandad del Rocío de Sevilla. Además, se ha reconocido la trayectoria cultural de Enrique Valdivieso; José Luis Mauri Rivero; Pascual González y los Cantores de Híspalis; Mauricio Domínguez Domínguez-Adame; y la entidad Danza Mobile.

Las medallas que reconocen la labor emprendedora y profesional han sido para Antonio Guerrero (Mariscos Emilio) y Pepe Benavides (Fun Club), mientras que las que responden a la trayectoria deportiva lo han sido para Raquel Domínguez; Manuel Soto; Ana Pérez; y el Real Club Pineda. Por su labor docente y educativa, por su lado, hay medalla de oro para Esperanza Albarrán; el Centro del Profesorado de Sevilla; y el centro San José Madres Mercedarias. También se concede la medalla a título póstumo a Jacinto Pellón con motivo del XXV aniversario de la Expo 92, de la que fue consejero delegado.

Por parte de los premiados, Cristina Hoyos, nueva hija predilecta de la ciudad, ha mostrado el «tremendo agradecimiento» en nombre de quienes han sido nombrados hijos adoptivos —Plácido Domingo y Manuel Losada Villasante— y en el suyo propio, recordando que no sólo lo son por su trayectoria sino porque «aman mucho a Sevilla». La bailaora y coreógrafa ha realizado en su discurso un emotivo resumen de sus vivencias desde su infancia en la calle Vírgenes a sus comienzos artísticos, su viaje a Madrid y su vuelta a Sevilla, ya consolidada, para establecer su academia y su museo. «Ha sido una sorpresa, estoy contenta y feliz. Soy muy sevillana, siempre que he viajado, en cualquier entrevista, lo primero que he dicho es que soy de Sevilla, tierra maravillosa, y estoy encantada de haber paseado su nombre por todo el mundo», ha expuesto Hoyos.

Autoestima y paso al frente

El alcalde de hispalense, el socialista Juan Espadas, ha destacado que todos son «referentes de la Sevilla que queremos», y que estas distinciones honoríficas surgen también de estar «atentos a las diversas voces de la sociedad sevillana». «Estamos reconociendo la labor de personas y entidades que, por su compromiso personal, social y también con la propia ciudad, proyectan la imagen que queremos de Sevilla. Son, por tanto, referentes y acreedores de estas distinciones», ha subrayado el regidor.

Espadas ha recalcado que estos reconocimientos son también «un ejercicio de autoestima colectiva», abogando por mirar al futuro con «valentía y cierto descaro» y saber que, habiendo hecho mucho, «como en el 92», se debe continuar en esa senda. «Entonces dimos un paso al frente y ahora, coincidiendo con estos premios, debemos recordar que estamos dando otro durante estos últimos años para colocarmos donde debemos. Somos herederos de todo aquello y creemos más que nunca en lo que somos. y en lo que es Sevilla, no un mausoleo ni una ciudad ensimismada sino pujante y que avanza».

El alcalde ha felicitado a los galardonados, «porque desde diferentes ángulos contribuyen a ensalzar la importancia del esfuerzo y la superación personal, la constancia en aquello en lo que se cree, la solidaridad con los más necesitados y la excelencia que crea riqueza, igualdad de oportunidades y cohesión social». Les ha recordado, además, que las medallas «son también un acicate para quienes la llevan, pues a partir de hoy nos representan oficialmente, son embajadores permanentes de una forma de ser, de trabajar y de soñar que va ligada indisolublemente al nombre de Sevilla». Ha apuntado Espadas, en ese sentido, que los premiados tienen ya «la exigencia de ser aún mejores, trabajar aún más duro y alcanzar cimas más altas. Como pasaba en el 92, hay que llevar por delante ese espíritu y la enorme responsabilidad de saberos que dais medida a la Sevilla de 2017».

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