
Es difícil desenlazar las influencias que componen una cultura, como lo es desanudar un tejido firmemente armado. La palabra algodón llegó a nuestra cultura a través del mundo árabe para quedarse componiendo el paisaje de los alrededores de Sevilla.
La naranja amarga fue la primera que llegó a la península, siglos antes de que apareciese la naranja dulce o la mandarina. Dio tiempo a denominar un color al que se refirió por metonimia. De su origen sánscrito, tuvo que pasar al persa, y del persa al árabe antes de llegar a España en la Edad Media.
Bella Sombra es el nombre informal con el que se conoce al precioso árbol del Ombú que está plantado a las puertas del El Monasterio de Santa María de las Cuevas, hoy sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla. Se dice que lo plantó Hernando, el hijo de Colón, hace más de quinientos años.
Hojeando un libro de textiles del mundo, encuentro un tapiz peruano, del siglo XVII que se encuentra en el Metropolitan Museum de Nueva York. Su peculiaridad está en el tremendo mestizaje que representa. Lo llevaron a cabo tejedores andinos a la manera tradicional, pero sus motivos reúnen las tres grandes influencias que surgieron como consecuencia de los galeones de Manila. Fábulas autóctonas, animales imaginarios asiáticos, escenas del Antiguo Testamento, cazadores, pastores, cariátides sujetando cornucopias, el Ave Fénix, la flor de loto.
Como el mantón de Manila, del que se dice que su origen después de chino es mejicano, nuestros elementos culturales han pasado por trayectos difíciles de descomponer hasta llegar a lo que son: los asentados flecos sobre las sedas de bordados chinos provienen del norte de África.
La exposición descompone pictórica y escultóricamente ingredientes culturales esenciales, en clara referencia al mundo textil. Algodones, sedas, flecos, abanicos, retales de textiles tye-dye reciclados de mis propias obras. Cuadros en los que se cruzan tiras de tela que recuerdan tanto a un artesonado, como a un kimono, una momia, la estructura de una palmera, o la composición de una tela a través del microscopio.
Hemos visitado de la mano de Carolina Alarcón la muestra de Belén Rodríguez, desgranando la propuesta, sintiendo su concepto y acercando el arte contemporáneo a la sociedad en general.
Belén Rodríguez 2019
BELÉN RODRÍGUEZ ha realizado estudios de grado y postgrado en Arte en la Academia de Bellas Artes de Viena y es licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. Algunas de sus Exposiciones individuales son: I turn Chilli Red en Josh Lilley (Londres, 2019); Paintung en Patio Herreriano (Valladolid, 2018), Rodríguez, en Galería Bacelos (Madrid, 2016), y Circa en Das weissehaus (Viena, 2011). Ha recibido el Primer Premio Ciutat de Palma Antoni Gelabert, de Palma de Mallorca y el Premio Producción Artística, Fundación Banco Santander (2013), el Premio Generaciones de Caja Madrid (2011) y ha formado parte en diferentes Programas de Artista en Residencia internacionales como Flora ars+natura en Bogotá, Artista X Artista en La Habana, Hooper Projects, Los Ángeles; Academia de España en Roma y BMUKK, Tokio.